Nuestra misión

El tiempo no se puede detener. Él pasa, recordándonos que en este mundo nada dura para siempre. Sin embargo, esta misma consideración genera nuestra fascinación por la tradición.

Nosotros admiramos la tradición, la respetamos, porque es así cómo nos oponemos al inexorable paso del tiempo. Es así que seguimos manteniendo vivos aromas y sabores de un pasado glorioso que solo pide ser recordado.

En Cantina di Barile queremos que sorbo de vino os cuente la historia de la antigua Roma que, por más de mil años, dominó nuestra tierra, el Vulture, situado en Basilicata, en el sur de Italia.

Hace dos mil y setecientos años, en las tierras donde hoy cultivamos nuestras vides, los soldados Romanos vencieron al valiente ejército Samnita y, tras haber clavado la espada en la tierra, los legionarios se transformaron en agricultores extraordinarios.

No es sorprendente que hayan encontrado en el Vulture las condiciones ideales para dedicarse al arte de la viticultura; el “terreno óptimo” que el escritor Romano Columela, autor del “De Rustica”, el primer manual de agricultura de la historia, definió con estas palabras:

“Hace falta un terreno que no sea ni demasiado caluroso y ni siquiera demasiado frío, sino ha de tener un fuerte temperamento que, al fin y al cabo, es lo que necesita nuestro cuerpo también”.

Los Romanos vieron en el Vulture, un volcán extinto en el interior de Basilicata, las condiciones perfectas para dedicarse a la viticultura y, al mismo tiempo, para convertir la zona en un baluarte capaz de defender Roma de cualquier amenaza procedente del sur.

Los monumentos esparcidos por todo el Vulture hablan de un pasado indeleble que ha forjado nuestra viticultura.

El destino nos hizo herederos de esta tradición milenaria y en Cantina di Barile queremos preservarla para que nuestros vinos os sigan contando la hermosura de un gran pasado.